
En la actualidad existe una creciente preocupación por la conservación del medio ambiente. En este contexto, San Juan ha sido pionera en la creación y protección de áreas naturales fundamentales para la biodiversidad y el patrimonio ecológico. Sus áreas protegidas han sido cuidadosamente establecidas y gestionadas con el objetivo de salvaguardar la rica flora y fauna local.
Entre las áreas más emblemáticas se encuentran el Parque Nacional El Leoncito, ubicado en el departamento de Calingasta. Es conocido por su cielo privilegiado para la observación astronómica y por albergar una rica diversidad de fauna autóctona.
Otra área natural protegida es el Parque Nacional San Guillermo, una vasta región que alberga uno de los paisajes más impresionantes de la provincia, destacando la Reserva Provincial de la Biósfera de San Guillermo. Esta área protegida es de vital importancia para la conservación de la fauna, especialmente de guanacos y vicuñas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para protegerlas, todavía enfrentan desafíos como la presión de actividades humanas no reguladas y el cambio climático. Por esta razón, es fundamental seguir promoviendo la conciencia ambiental y el compromiso con la conservación de estos espacios naturales.
Los guardaparques, comunidades locales, ONGs y entidades gubernamentales han trabajado de la mano para mantener el equilibrio entre la conservación y el uso sostenible de estos lugares. Además, la educación ambiental y el turismo ecológico responsable desempeñan un papel clave para generar un impacto positivo en el cuidado de estas áreas protegidas.
Las áreas protegidas en San Juan son verdaderos tesoros naturales que merecen ser conocidos y valorados por todos. El esfuerzo conjunto para su conservación asegura que las futuras generaciones también puedan disfrutar y aprender de la riqueza natural de la provincia, al tiempo que contribuyen a la protección del medio ambiente.